Mujer Florero

En estos días sin trabajar en casa con Max, he pensado bastante en dos momentos de mi vida. El día que mi tía Beatriz renuncio a su trabajo luego de haber estado en el por más de una década, yo le cantaba.. De mayor quiero ser mujer florero... lalalalalala y me le burlaba. La verdad es que ella no necesitaba el trabajo y vio mi ingreso a la empresa como una oportunidad para irse. Yo me quede feliz... Siempre convencida que eso de quedarse en la casa no era para mí. Otro recuerdo es cuando estábamos a punto de graduarnos de la publicidad, un día escuchando a unas mujeres de mi clase que decían, yo me voy a casar con este y yo quiero esta vajilla, aquello y lo otro todo sobre ser ama de casa. Yo con mi sarcasmo de siempre les dije, y para eso estudiaron? Para estar en la casa y tener una lavadora bien grande? Yo no, yo siempre voy a trabajar.

Pero la vida te da vueltas y ese ideal que se tiene de la persona que se va a ser cuando grande (estoy empezando a entender que ya no tenemos 20) no es ni parecida a lo que en realidad va a suceder. Y no porque sea malo, he tenido la oportunidad de aprender de la vida con mi hijo, porque para ser honesta no me sobra el tiempo. Un niño pequeño te ocupa todos los días y a veces las noches. Y heme aquí, con mi cabeza que no para de pensar en la publicidad y todo el tiempo del mundo para lavar, limpiar, ordenar y cuidar de mi hijo. Eso sí, disfrutando que tengo como ir de compras cuando quiero (la belleza de no trabajar y que al marido le vaya muy bien en su trabajo), puedo almorzar en lugares deliciosos (nada de la noche, eso no existe) tengo tiempo para pensar mientras persigo a mi pequeño demonio todo el día. Porque al fin y al cabo es Viernes, vivo en el mar y puedo disfrutar el día como yo quiera, digo como mi hijo me lo permita.

FELIZ VIERNES!

Dedico este blog a las señoras de los 50s, cuyo único sueno era poder tener la casa llena de implementos que brindaran felicidad. Esperando el beso de la semana… Hasta que les toco trabajar... SALUD!